En la parte central encontramos a Don Alberto Olvera Hernández, fundador de Relojes Centenario rodeado de sus anhelos y habilidades principales como lo fueron: la silueta de su esposa la Sra. María Charolet Carrasco, la Pintura, la Lectura y por supuesto los Relojes, en donde vemos una telaraña que nos muestra el paso del tiempo en esta historia.
Su trayectoria comienza en la parte izquierda del mural representada con unas rocas amorfas, a lo largo de las décadas, en primera Instancia Don Alberto junto con todos los colaboradores de Relojes Centenario, han transformado este oficio en una empresa sólida y con una gran visión, representado por un muro ordenado.
Están presentes también algunos de sus talentos y habilidades como fueron: la música, la literatura, la alfarería, cálculos de engranes, etc. En la parte central inferior se puede identificar la descendencia de Don Alberto Olvera Hernandez, sus 12 hijos que tuvo para formar así la familia Olvera Charolet.
En la parte inferior derecha, nos encontramos la maquinaria por excelencia de esta empresa que es el torno, procesos de manufactura de gran importancia, ya que de ahí emanan una parte importante de las piezas que componen un reloj, mismas que previamente fueron fundidas y moldeadas.
Finalmente en la parte superior derecha aparecen dos colaboradores que invitan a uno más dándole la mano, para formar parte de este gran equipo, señalando a Relojes Centenario, como símbolo de progreso, vanguardia, actualización tecnológica y ante todo, una auténtica tradición.
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